lunes, 13 de octubre de 2014

El cautivante mundo de los blogs



De un tiempo para acá se escucha a la gente hablar muy a menudo de nuevos espacios en la red llamados blogs. Se habla de blogueros (término que será incluido en la próxima edición del diccionario de la Real Academia Española), que son personajes llenos de opiniones, críticas y, en general, de cosas qué decir.
En mi timeline (o cronología) de twitter  aparece los jueves, compartida por la cuenta oficial del periódico El Tiempo, el de mayor circulación en esta zona del país, gran cantidad de enlaces a blogs con diferentes temáticas, a lo que este medio denomina “jueves de blogs”. Para mí este es el mejor momento de la semana en twitter, pues resulta interesante observar cómo la gente del común empieza a apropiarse de la red para convertirse en escritores, llegando a ser muchas veces tremendamente influyentes en las dinámicas sociales y de información.
La primera vez que supe acerca de los blogs fue viendo en la televisión un programa de cocina, en el cual los chefs estaban ansiosos ante la llegada del crítico gastronómico más respetado e influyente del medio en la ciudad. Lo sorprendente era que se trataba de un joven de alrededor de veinte años, quien en su blog escribía críticas meticulosas de cada uno de los restaurantes que visitaba. Este blog tenía cientos de seguidores, quienes al visitar los restaurantes leían la crítica correspondiente  antes de decidirse a comer allí. Esto es un ejemplo de la descentralización de los “monopolios de la información”, pues, en principio, cualquier persona puede escribir sobre lo que quiera, en el estilo que lo prefiera.
Hoy por hoy ya es conocida la gran cantidad de blogs que pueden encontrarse en la red, todos dedicados a los más variados temas, donde por supuesto, la educación tiene su lugar.
En cuanto a su implementación en el aula, como se afirma en el artículo de Tíscar Lara, es responsabilidad del docente y de los estudiantes familiarizarse con el universo de los blogs antes de comenzar a utilizarlos. Esto sólo puede lograrse leyendo muy a menudo blogs de diversas temáticas para comprender sus dinámicas. Por mi parte disfruto mucho hacerlo, sobre todo con blogs de literatura, cine fotografía y sobre el bajo eléctrico.
Las posibles aplicaciones de esta herramienta en la clase de lenguas son innumerables, pero me parece interesante el trabajo en proyectos, en los cuales los estudiantes puedan expresar sus impresiones y opiniones sobre los temas o actividades propuestos sin sentir que simplemente están haciendo una tarea pues, como afirma Tíscar Lara, es muy importante hacer conscientes a los estudiantes de que la actividad no es sólo una tarea y que no están escribiendo para el profesor, sino para comunicar sus opiniones sobre los temas de su interés. Actividades como escribir un artículo sobre una película o una visita a un lugar como un museo, una reseña de un álbum musical de algún artista de su preferencia, entre otras, pueden prestarse para que los estudiantes expongan su opinión y comuniquen su visión del mundo, lo cual es la característica más importante de este recurso que nos brinda la red.


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